Resido en la vibrante Ciudad de México. Como primera carrera, estudié Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México. La filosofía y la investigación son de mis grandes pasiones. La filosofía me ha permitido tener un ojo fresco, analítico y hermenéutico, lo que quiere decir que recibí un entrenamiento agudo, pero profundamente humano para asomarme a mundos y a perspectivas distintas. Realicé mi especialidad en Filosofía de la Ciencia y Ciencias Cognitivas en la Universidad de San Diego, California.

 

En 2009, recibí una noticia fuerte, el diagnóstico de un tumor de cáncer. Después de la alta médica, comencé una búsqueda intensa por todo tipo de recursos del mundo de la sanación, desde el psicoanálisis, hasta la meditación, la nutrición, el yoga, el mindfulness y las medicinas tradicionales de Oriente. Fue así como la vida me presentó el enfoque psicoterapéutico que actualmente practico. Desde el principio, llamó mi atención la unidad entre mi cuerpo y mente que experimentaba vivencialmente en cada una de las sesiones de mi propio proceso. Después de un camino terapéutico profundamente sanador, que me enseñó una hermosa lección sobre el amor incondicional propio, abrí los ojos a un mundo interior totalmente distinto. Adquirí contacto con mi vida emocional profunda, mi cuerpo sentía una vitalidad que no recordaba nunca haber experimentado y muchos de mis miedos y conflictos antiguos no ocupaban más mi energía del día a día. Mi feminidad estaba completa, creativa y llena de belleza.

 

Este camino me llevó a desarrollar todo tipo de recursos emocionales y terapéuticos, así como una tremenda capacidad de resiliencia y una fortaleza interior que hoy es un faro y una brújula para mis pacientes. Pero también me llevó a apropiarme de mi sombra y abrazar mi vulnerabilidad, a reconocerme completamente. En el camino se había forjado en mi una profunda compasión por todos los seres vivos y un amor por la humanidad. Estaba claro, mi vocación estaba decidida, quería compartir el aprendizaje, mi alma sabía que conocía los mil caminos desde el infierno al paraíso y que podía guiar, pues había aprendido la alquimia que trasmuta la obscuridad en luz. 

 

Por ello, estudié durante 4 años un posgrado en Psicoterapia Caracteroanalítica, en la Escuela Española de Terapia Reichiana. Comencé por la formación en Ecología de los Sistemas Humanos y Prevención Psicosocial (en colaboración con el Centro Reichiano de México); comprendiendo que nuestra salud mental y física proviene de los primeros años de nuestra vida, de nuestros primeros vínculos. Y terminé con el último grado en terapia profunda o Vegetoterapia Caracteroanalítica, terapia avalada por la Asociación Europea de Psicoterapia como una psicoterapia científica.

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Hoy expando mi tiempo en mis grandes pasiones: la psicoterapia desde mi consultorio en la colonia Roma, la investigación, y los proyectos de prevención con la infancia de México como parte de BioCrianza del cual soy cofundadora. Si no estoy en alguna de estas actividades, probablemente me encuentres en medio de alguna reserva de la Naturaleza.