Terapia de Pareja

Solemos pensar que asistir a terapia de pareja significa que nuestra relación ha fallado o que hay algo intrínsecamente malo en ella, pero esta es una idea limitante, que nos impide reconocer que nos vendría bien pedir ayuda a tiempo y así salir de manera airosa de una crisis. Después de todo, todas las parejas tienen crisis, conflictos o llegan a un punto donde se sienten estancados. Involucrar a un profesional que tiene un punto de vista neutral frente nuestras maneras típicas de vivir la relación y de percibir a la otra persona es un aire fresco a las dinámicas y a nuestras maneras atrincheradas de resolver los conflictos, flexibilizando nuestros límites de carácter y desvelando los puntos ciegos que toda relación conlleva. Especialmente si involucramos a un especialista que no solamente media los conflictos, sino que tiene conocimiento del origen y las causas de los conflictos y nos acompaña en hacer conscientes nuestros patrones en la pareja. En la terapia de pareja se aprenden recursos y herramientas concretas para resolver conflictos y habilidades para potenciar la comunicación asertiva y sensible, los cuales se reflejarán en nuestra convivencia e intimidad.

La pareja es una de las grandes alquimias de la vida, muchas veces es nuestro más fiel espejo, pues al involucrarse nuestra capacidad de amar y nuestra necesidad de sentirnos amados brotan con ella nuestros miedos, inseguridades, idealizaciones, necesidades profundas y nuestros mecanismos defensivos. Por ello, se dice que amar a una persona y vivir plenamente en pareja es la gran terapia de la vida. La pareja es uno de los espacios potenciadores del crecimiento personal y mutuo. La pareja consciente ha reconocido esta cualidad y enriquece su vida día a día a través de ella.